En la mañana despejada del 26 de mayo, el presidente del Gobierno parroquial San Simón y delegados de la Fundación Kishwar y varios comuneras, recorrieron un chakiñan (camino) de 6 kilómetros para constatar las bondades del páramo del Kinllunga -ubicado en la parte nororiental de la ciudad de Guaranda. 

La regeneración de plantas primarias y la repoblación de animales es el resultado del trabajo entre autoridades locales, cabildos y comunidad. La vegetación poco a poco va reapareciendo en las laderas semidesérticas, que hasta hace unos dos años atrás estaban pobladas por bosques de pino. 

Al momento se han plantado ya 5000 plantas nativas y hay la aspiración de concretar a mediano plazo, proyectos de turismo comunitario. 

Visitar el páramo es presenciar un espectáculo multicolor y acústico, con un caudal de agua cada vez más fuerte, en quebradas, acequias y vertientes, con las formas caprichosas de las flores coloridas, el trinar más agudo o grave de las aves y el silbido libre del viento.      

Según Nelson Amangandi, la mama Kinllunga actualmente está en manos de la parroquia San Simón, mediante convenio con el GAD cantonal Guaranda, GAD parroquial San Simón y la Junta Administradora de Agua Potable Regional de Gradas, quienes decidieron además declarar ésta área como zona de protección hídrica, mediante la reforestación y cosecha de agua.

Nelson Rumiñahui, presidente del GAD Parroquial, expresó que gracias al apoyo de autoridades y de los comuneros este sueño de comprar el páramo se ha hecho realidad y continuarán fortaleciendo los componentes de la propuesta, considerada como ejemplo de gestión del páramo en otras parroquias de la provincia de Bolívar. 

En el recorrido se identificó que dentro de las 561 hectáreas de terreno comunitario, en el páramo Kinllunga, brotan nuevamente fuentes de agua, que abastecen a la población de 10 comunidades de la parroquia San Simón, tanto para el consumo como para el regadío. Esas mismas fuentes alimentan al rio Diablo Sacha. 

Carlos Albiño, representante de la fundación Kishwar, resaltó que la importancia de la conservación de la Mama Kinllunga es identificar, valorar y socializar los beneficios del cuidado ambiental, con un enfoque participativo con la comunidad, ya que no se puede amar lo que no se conoce. Como resultado de este recorrido habrá registros audiovisuales que serán materiales para la sensibilización a la población.