El Kishwar es un árbol andino del Perú, Ecuador y Bolivia que tiene poderes sobrenaturales. En la época de los incas este árbol fue multiplicado para usarlo como combustible y su madera tallada servía como cucharas, keros y figuritas que el inca las tiraba al fuego durante los rituales. La creencia es que los árboles de Kishwar protegen de la helada a los cultivos. La tradición cuenta que cuando mujeres solteras menstruantes se acercan al árbol de Kishwar, éste muere. En otras ocasiones puede morir de mal de ojo, cuando muchos curiosos van a mirarle y le tocan. El árbol de Kishwar es fácilmente reconocido por su porte pequeño y copa globosa, de denso y compacto follaje, de un color verde oscuro; sus hojas característicamente son cortas, blancas y aterciopeladas en la cara inferior; sus flores son pequeñas, abundantes y de vivo color rojo o anaranjado que aparecen entre enero a julio.